MONICIÓN: XXVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
MONICIÓN: XXVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Ciclo B
ENTRADA: Queridos hermanos bienvenidos. Hoy en el vigésimo sexto domingo del Tiempo
Ordinario, como en cada celebración Eucarística nos encontramos con Cristo,
escuchamos su Palabra y lo recibimos en Comunión. En pie, cantamos.
PRIMERA LECTURA: El libro de los Números nos refiere a la constitución de los setenta
ancianos que ayudarán a Moisés en la conducción del pueblo. Ellos han de estas
animados por un mismo Espíritu, evitando celos o rivalidades. Prestemos atención.
SALMO:
Los
mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.
SEGUNDA
LECTURA: Se trata de una página célebre por su valentía y
por su vehemencia, tendiente a superar las desigualdades vergonzosas entre
ricos y pobres. Escuchemos.
EVANGELIO: Jesús,
exhorta a la tolerancia y a la comprensión. Invita, además, a cuidar de los
pequeños y a alegrarse por el bien realizado en el mundo, más allá de celos o
divisiones. Puestos en pie, cantamos el
Aleluya.
OFERTORIO: Como hijos de Dios, venimos a disfrutar de su gran amor que nos
redime y nos salva. Que las ofrendas que ponemos en su altar nos alcancen la
gracia de poder cumplir cabalmente su santa voluntad. Acompañamos cantando.
COMUNIÓN: Vayamos a recibir ahora a Cristo, el Pan
de Vida y la Bebida de Salvación. Pidámosle un corazón que nos enseñe a velar
por los desprotegidos y a ofrecer el vaso de agua de nuestra caridad a quienes
más nos necesitan. Cantamos.
DESPEDIDA: Cristo no abandona nunca a
los suyos, y quiere que todos seamos felices. Vivamos cada día nuestra fe,
colaborando en la construcción de una sociedad justa y fraterna. Nos
despedimos cantando.
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