MONICIÓN: XXIV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
MONICIÓN: XXIV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Ciclo B
ENTRADA: Queridos hermanos Bienvenidos. En Vigésimo
Cuarto Domingo del Tiempo Ordinario. Hoy Jesús nos dice que, para seguirle,
para ser sus discípulos, se necesita negarse a uno mismo, es decir, los
pretextos del propio orgullo egoísta y cargar con la cruz. Cantamos.
PRIMERA LECTURA: El servidor, a pesar del sufrimiento, es fiel a la voluntad de Dios y
confía en su Dios que le da la fuerza para llevar a cabo su misión. Prestemos atención.
SALMO:
Caminaré en
presencia del Señor
en el país
de la vida.
SEGUNDA
LECTURA: La fe en Cristo se manifiesta en nuestro modo de
vida y convivencia. La caridad eficaz y solidaria con el necesitado es un fruto
del verdadero cristiano. Escuchemos.
EVANGELIO: Hoy
Jesús nos pregunta: ¿y tú quién dices que soy? Esta pregunta nos ha de inspirar
a profesar nuestra fe y aceptar los designios de Dios con verdadera confianza.
Puestos en pie, cantamos el Aleluya.
OFERTORIO: Cristo quiere que lo sigamos en todo momento de nuestra vida. Al
ofrecer estos dones de pan y vino pidamos a Dios que nos dé la fortaleza y valentía
de seguirle. Acompañamos cantando.
COMUNIÓN: El cuerpo de Cristo nos fortalece para
hacer frente a las adversidades y a las tentaciones del enemigo. Cantamos.
DESPEDIDA: Hermanos, la profesión de fe
en Jesucristo no puede quedarse en palabras, sino que exige una auténtica
elección y gestos concretos, de una vida marcada por el amor de Dios y al
prójimo. Nos despedimos cantando.
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