MONICIÓN: XXIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
MONICIÓN: XXIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Ciclo B
ENTRADA: Queridos hermanos Bienvenidos. En Vigésimo
Domingo del Tiempo Ordinario, dispongamos nuestro ser completo para recibir con
fe el mensaje de salvación que Dios tiene para nosotros y pidámosle nos enseñe
a reconocer su presencia en los más necesitados. Cantamos.
PRIMERA LECTURA: Escuchemos esta exhortación del Profeta Isaías que invita a tener confianza
en que la liberación ya está próxima. Prestemos
atención.
SALMO:
Alaba, alma
mía, al Señor.
SEGUNDA
LECTURA: Esta lectura de la carta del apóstol Santiago,
nos recuerda que no debemos tener favoritismos con los influyentes y poderosos,
antes bien dar el mejor lugar al necesitado. Escuchemos.
EVANGELIO: En la
sanación del sordomudo comienza a realizarse la esperanza mesiánica sobre los
pobres tal como lo había anunciado el profeta Isaías. Puestos en pie, cantamos el Aleluya.
OFERTORIO: Al entregar el pan y el vino para el sacrificio eucarístico
pidamos al Señor que nos cure de nuestros muchos apegos y egoísmos, para que
así podamos dar el fruto esperado. Cantamos.
COMUNIÓN: Jesús quiere sacarnos de nuestro
aislamiento y hacer realidad nuestra comunión con Él y con nuestros hermanos.
Acerquémonos a recibirlo en este banquete que Él mismo nos ha preparado Cantamos.
DESPEDIDA: No podemos callar ante el
mundo la buena noticia que hoy hemos escuchado. Solo poniendo a Dios al centro
de nuestra vida, podremos alcanzar esa felicidad que, a veces sin saber estamos
buscando. Nos despedimos cantando.
Comentarios
Publicar un comentario