MONICIÓN: XXII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
MONICIÓN: XXII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Ciclo B
ENTRADA: Queridos hermanos llegamos al Vigésimo Segundo
domingo del Tiempo Ordinario. La Liturgia de hoy está centrada en el
cumplimiento de la voluntad de Dios manifestada en su palabra y su ley de
santidad, justicia y salvación. Cantamos.
PRIMERA LECTURA: El aprecio por la Palabra de Dios llega al pueblo a través de Moisés, su
leal mensajero. Él lo exhorta a la obediencia de la Ley, como expresión de
coherencia y de auténtica sabiduría. Prestemos
atención.
SALMO:
Señor,
¿quién puede hospedarse en tu tienda?
SEGUNDA
LECTURA: Creyente es aquel que ha sido engendrado por el
Padre por medio del Evangelio… su deber es vivir de acuerdo a esa Palabra que
lo ha engendrado y que ha de llevarlo a la plenitud de la salvación. Escuchemos.
EVANGELIO: Un
corazón puro es el secreto de una persona unificada y libre, un corazón puro es
el que solo quiere una cosa: Dios y su voluntad. Puestos en pie, cantamos el Aleluya.
OFERTORIO: Con un corazón nuevo presentémosle al Señor nuestras ofrendas…
Él nos regalará la pureza que brota de una conciencia recta y generosa Cantamos.
COMUNIÓN: Si estamos debidamente preparados
acerquémonos al banquete bendito. Que ésta santa comunión nos dé la fuerza
necesaria para crecer en la amistad con Cristo. Cantamos.
DESPEDIDA: Hermanos, que el Señor nos
conceda la gracia de un corazón puro, receptivo, fiel, recto, confiado,
valiente, firme y fuerte. Siempre dispuesto a amar a Dios y a los hermanos. Nos
despedimos cantando.
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