Monición Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo
Monición:
Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del
Universo
ENTRADA: Hermanos queridos,
bienvenidos sean todos a participar de la Santa Misa, en el último domingo del Tiempo Ordinario. Hoy la Iglesia, celebra la “Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del
Universo”, donde queda claro que el amor de Dios es tan grande que se identifica
con nosotros. Puestos en pie, recibimos al celebrante cantando.
PRIMERA LECTURA: Un verdadero pastor
ama tanto a sus ovejas, que está dispuesto a dar su vida por ellas. Prestemos atención.
SEGUNDA LECTURA: Cristo venció a la
muerte, para que la podemos vencer también nosotros y para instalar un reino de
paz. Escuchemos con atención.
EVANGELIO: Todo aquel que
escoja el camino del amor a Dios y al prójimo, será recompensado con la vida
eterna. Puestos
en pie, cantamos el Aleluya.
OFERTORIO: Iniciamos la Liturgia Eucarística, junto a los
dones de Pan y Vino, llevemos a Dios, nuestra pequeñez y debilidades y sobre todo
un corazón dispuesto a servirlo en su reino. Acompañamos
cantando.
COMUNIÓN: Con la confianza absoluta en Jesucristo, Rey del universo, acerquémonos a
la mesa Eucarística a recibir a aquel que nos llena de amor y consuelo. Acompañamos
cantando.
DESPEDIDA: El Señor nos quiere
llenos de vida y hoy nos ha dado gran secreto: la vida se posee, ahora y
eternamente, sólo dándola. Nos
despedimos cantando.
Domingo de la 34ª semana de Tiempo Ordinario
Jesucristo, Rey del Universo
Ciclo A
PRIMERA LECTURA
A vosotras, mis ovejas, voy a juzgar entre oveja y oveja
Lectura de la profecía de Ezequiel 34, 11-12. 15-17
Así dice el Señor Dios:
«Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas,
siguiendo su rastro.
Como sigue el pastor el rastro de su rebaño,
cuando las ovejas se le dispersan,
así seguiré yo el rastro de mis ovejas
y las libraré,
sacándolas de todos los lugares por donde se desperdigaron
un día de oscuridad y nubarrones.
Yo mismo apacentaré mis ovejas,
yo mismo las haré sestear
—oráculo del Señor Dios—.
Buscaré las ovejas perdidas,
recogeré a las descarriadas;
vendaré a las heridas;
curaré a las enfermas:
a las gordas y fuertes las guardaré
y las apacentaré como es debido.
Y a vosotras, mis ovejas,
así dice el Señor:
Voy a juzgar entre oveja y oveja,
entre carnero y macho cabrío».
Palabra de Dios.
Salmo responsorial: 22, 1-2a. 2b-3. 5-6 (R.: 1)
S. El Señor es mi pastor, nada me falta.
El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar. R.
Me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre. R.
Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R.
SEGUNDA LECTURA
Devolverá a Dios Padre su reino, y así Dios lo será todo para todos
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 20-26. 28
Hermanos:
Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos.
Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida.
Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza.
Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte.
Y, cuando todo esté sometido, entonces también el Hijo se someterá a Dios, al que se lo había sometido todo.
Y así Dios lo será todo para todos.
Palabra de Dios.
Aleluya Mc 11, 9b-10a
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David.
Versículos alternativos para el Aleluya
EVANGELIO
Se sentará en el trono de su gloria y separará a unos de otros
Lectura del santo evangelio según san Mateo 25, 31-46
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones.
Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.
Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha:
"Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme".
Entonces los justos le contestarán:
"Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?".
Y el rey les dirá:
"Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis".
Y entonces dirá a los de su izquierda:
"Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de deber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis".
Entonces también éstos contestarán:
"Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?".
Y él replicará:
"Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo".
Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna».
Palabra del Señor.
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