MONICIÓN VI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
VI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Ciclo B
ENTRADA: Hermanos estamos en el SEXTO
DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO. Hoy la Liturgia, se centra en la súplica del
leproso, quien nos muestra que cuando nos presentamos a Jesús no es necesario
hacer largos discursos. Son suficientes pocas palabras, siempre que vayan
acompañadas por la plena confianza en su omnipotencia y en su bondad. En
pie, cantamos.
PRIMERA LECTURA: En la antigua ley, la
enfermedad de la lepra estaba ligada al pecado y a la impureza. La lepra era la
mayor muralla social de aquel momento. Escuchemos.
SEGUNDA LECTURA: Cristo es en definitiva el
criterio último para la conducta de los creyentes. Escuchemos.
EVANGELIO: La vida del leproso era una muerte en vida. Jesús se compadece,
hace suyos sus sufrimientos y no se aleja de él por temor, sino que se acerca y
lo toca con la mano y le ofrece de parte de Dios una nueva vida. Puestos
en pie, cantamos el Aleluya.
OFERTORIO: Presentemos
al Señor, llenos de confianza, las ofrendas de pan y vino, ellas serán el
cuerpo y sangre de nuestro redentor por la acción del Espíritu Santo. Cantamos.
COMUNIÓN: Con un
corazón arrepentido y con las debidas disposiciones, alimentemos nuestro cuerpo
y alma con el Pan del Cielo. Cantamos.
DESPEDIDA: Jesús en su pasión llegó a ser como un leproso, hecho impuro por nuestros
pecados. Todo esto lo hizo por amor, para obtenernos la reconciliación, el
perdón y la salvación. Seamos agradecidos con Él. Nos despedimos cantando.
Lecturas:
Tomadas de: Leccionario Koinonía (servicioskoinonia.org)
PRIMERA LECTURA
El leproso tendrá su morada fuera del campamento
Lectura del libro del Levítico 13, 1-2. 44-46
El Señor dijo a Moisés y a Aarón:
—«Cuando alguno tenga una inflamación, una erupción o una mancha en la piel, y se le produzca la lepra, será llevado ante Aarón, el sacerdote, o cualquiera de sus hijos sacerdotes. Se trata de un hombre con lepra: es impuro. El sacerdote lo declarará impuro de lepra en la cabeza.
El que haya sido declarado enfermo de lepra andará harapiento y despeinado, con la barba tapada y gritando: "¡Impuro, impuro!". Mientras le dure la afección, seguirá impuro; vivirá solo y tendrá su morada fuera del campamento».
Palabra de Dios.
Salmo responsorial: Salmo 31, 1-2. 5. 11 (R.: cf. 7)
R. Tú eres mi refugio,
me rodeas de cantos de liberación.
Dichoso el que está absuelto de su culpa,
a quien le han sepultado su pecado;
dichoso el hombre a quien el Señor
no le apunta el delito. R.
Había pecado, lo reconocí,
no te encubrí mi delito;
propuse: «Confesaré al Señor mi culpa»
y tú perdonaste mi culpa y mi pecado. R.
Alegraos, justos, y gozad con el Señor;
aclamadlo, los de corazón sincero. R.
SEGUNDA LECTURA
Seguid mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 10, 31—11, 1
Hermanos:
Cuando comáis o bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios.
No deis motivo de escándalo a los judíos, ni a los griegos, ni a la Iglesia de Dios, como yo, por mi parte, procuro contentar en todo a todos, no buscando mi propio bien, sino el de la mayoría, para que se salven.
Seguid mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo.
Palabra de Dios.
Aleluya Lc 7, 16
Un gran Profeta ha surgido entre nosotros.
Dios ha visitado a su pueblo.
Versículos alternativos para el Aleluya
EVANGELIO
La lepra se le quitó, y quedó limpio
Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 40-45
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas:
—«Si quieres, puedes limpiarme».
Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo:
—«Quiero: queda limpio».
La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio.
Él lo despidió, encargándole severamente:
—«No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés».
Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes.
Palabra del Señor.
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