MONICIÓN: CENA DEL SEÑOR – JUEVES SANTO (17 de abril del 2025)
MONICIÓN: CENA DEL
SEÑOR – JUEVES SANTO
ENTRADA: Hermanos buenas noches, con la presente celebración, damos inicio al TRIDUO PASCUAL. Hoy, Jueves Santo, un día de intimidad, de oración,
de compromiso fraterno, de alianza y de amor. Vamos a hacer memoria de lo que
hizo Jesús en la Última Cena, “la noche en que iba a ser entregado”. Una noche
maravillosa que anticipa el “amor hasta el fin”. En pie cantamos.
PRIMERA LECTURA: Por medio de la
Celebración de la cena Pascual, el pueblo de Israel conmemoraba el
acontecimiento fundante de su identidad como pueblo, la libración de la
esclavitud en Egipto. Escuchemos con atención.
SEGUNDA LECTURA: Esta segunda lectura nos recuerda la tradición en la Iglesia de la Cena
del Señor. La Eucaristía es el Sacramento de la unión y del servicio a los
demás. Pongamos atención.
EVANGELIO: Jesús celebró con sus discípulos, la comida del cordero,
en la noche de Pascua. Pero le dio un nuevo sentido a aquella
celebración, al demostrar su amor inmenso y servicio, lavándoles los pies. En pie escuchamos.
MONICIÓN ANTES DEL
LAVATORIO DE LOS PIES: El gesto de Jesús de lavar
los pies a sus discípulos nos obliga a hacer lo mismo con los demás. Dejarse
querer no es fácil. Dejarse servir nos descoloca. Dejar que la fuerza de su
amor entre en nosotros, nos llena de gozo y alegría.
Lavatorio de los
pies
(OPCIONAL: Antes
de lavar a cada uno los pies, el monitor lee:)
1.- Curemos con nuestra amistad y
nuestra presencia los pies heridos de aquellas personas que se han visto
obligadas a emigrar de su tierra dejando familia en búsqueda de una vida más
digna.
2.- Enjuguemos los pies fatigados de los
millones de niños que son explotados laboralmente y no tienen oportunidad de
estudiar, denunciando esa explotación y procurando el bien de ellos.
3.- Animemos con nuestra comprensión y
ayuda fraterna los pies cansados de todos aquellos cristianos que a veces dudan
y se sienten confusos porque la realidad no responde a sus expectativas.
4.- Consolemos con nuestro apoyo los pies
confusos y frustrados de aquellas parejas cuyo amor ha degenerado en amargura y
amenazas, para que el respeto a la propia dignidad les haga buscar salida.
5.- Ofrezcamos una comunidad eclesial
acogedora y alegre como bálsamo a los pies de tantos jóvenes que hoy vagan en
el sinsentido del deseo consumista y en el vacío interior.
6.- Lavemos con nuestro perdón los pies
de aquellos que a lo largo de nuestro caminar nos han ofendido, porque sólo así
nuestros pies quedarán limpios del polvo de nuestras ofensas.
7.- Reforcemos con nuestro diálogo y buena
intención los pies de todos los que trabajan por el bien común y dedican su
tiempo y esfuerzo en favor de los demás.
8.- Unamos nuestra voluntad y oración
por la paz, para aliviar la frustración y dolor de tantas personas que a pesar
de sus esfuerzos siguen sufriendo la guerra y la violencia.
9.- Orientemos nuestro andar cotidiano en
la familia, el trabajo y las relaciones en favor de la justicia social y los
derechos de todos cuyos pies hoy sufren llagas vivas de explotación,
inseguridad, corrupción y manipulación.
10.- Dediquemos tiempo a estar sin prisas
con nuestros hijos, nuestros amigos, nuestros mayores, porque el estar es la
mejor caricia y el mejor abrazo para renovar las fuerzas necesarias de nuestros
pies cansados en el caminar de cada día.
11.- Acojamos con calor y ternura los
pies tristes de los que sufren enfermedades incurables y viven el ocaso de su
vida en medio del rechazo de sus seres queridos porque el dolor que comparten
con Cristo nos redime a todos.
12.- Reconfortemos con nuestro agradecimiento
los pies cansados de aquellos que están al cuidado de los enfermos porque su
alivio es regalo que abre caminos de humanidad.
OFERTORIO: Iniciamos La
Liturgia Eucarística. Ofrecemos al Señor, con el pan y el vino y
junto con ellos nuestra vida, él nos hará ofrendas vivas de su amor.
Acompañamos cantando.
COMUNIÓN: Somos invitados a la Mesa del Señor, a recibir su Cuerpo y Sangre,
entregados para nuestra salvación. Que al acercarnos renovemos el compromiso de
lavarnos los pies unos a otros; es decir, de ponernos al servicio de nuestro
prójimo. Acompañamos cantando.
MONICIÓN A LA RESERVA DEL SANTÍSIMO
Con la gran emoción que
hemos sentido en todos los actos de esta celebración, vamos a acompañar en
procesión, al Sacramento del Amor, al Cuerpo de Cristo, que se reserva, para la
comunión de mañana, en el Monumento que hemos preparado. Y si hoy hemos visto
el amor de Jesús en dos signos maravillosos, mañana asistiremos a la
consumación suprema de su amor con la entrega a la muerte y una muerte de Cruz.
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